Este año aprendí que los congresos sirven muchísimo para estudiar y para otras cosas que forman parte del mundillo académico/intelectual. Pero también para el propio avance de la investigación. Aunque me ponga nerviosa a veces, me gusta participar, y ya creo que no podría pasarme mucho tiempo sin estar en una instancia así, porque acelera mucho ese proceso de avance para el cual es fundamental el intercambio con colegas.
Voy a comentar mi experiencia y algunos insights.
1. Para perder el miedo
El miedo a hablar en primer lugar, ante conocidos o extraños, y el miedo a presentar nuestras ideas. A exponernos. No es menor, porque se juega bastante cuando llevamos lo que estamos haciendo para que otros lo conozcan, lo comenten, critiquen, opinen.
El año pasado fue mi primera experiencia. Participé en las Jornadas de Investigación de la UNCuyo. El día antes tenía que estar en Buenos Aires por trabajo, así que llegaba en el primer avión a exponer. Llegué hiperventilando, cansada después de días de trabajo intensos. No conocía a nadie en la mesa, era toda gente de la UBA. Mi exposición estaba entre las más teóricas, expuse y después me hicieron unas preguntas muy buenas. Ahora descanso todo lo posible antes de congresos/jornadas.
Este año de nuevo, me presenté en las jornadas de la facultad, con todos compañeros y profesores que ya conocía, así que no llegué tan nerviosa, y tuve muy buen feedback. Ahí preparé presentación, pero también tenía en frente la computadora con el texto, así que quedé un poco mareada.
Hace casi dos semanas estuve en mi primer congreso en Buenos Aires. Estaba muy nerviosa -y cansada- en la previa pero al menos tenía información para tranquilizarme: no había duda de que iba a llevar las ponencias impresas, y hablar, comentar. Nada de computadora y presentaciones. Y a los que coordinaban la primera mesa en la que expuse los conocía, así que no era toda gente extraña. Nuevamente hubo buen feedback. A la tarde participé en otra mesa, temas y personas nuevas, ahí sí que tuve nervios, pero salió muy bien.
Esto que digo de gente extraña o conocida quizás pueda no parecer muy relevante. Pero es como casi todo en la vida, cuando debatís en una jornada o congreso con tus compañeros/profesores que ya te conocen y conocen tu trabajo y tus perspectivas, es diferente a intercambiar por primera vez con gente nueva. Las dos cosas están buenas.
2. Para avanzar en la investigación, descubrir nuevas líneas, o darle forma a las existentes.
Hacer un doctorado no es «estudiar» como se estudia una materia, o un programa que nos dan en una maestría. Es resolver un problema, nuestro problema, y aportar al campo/disciplina, es «una forma de probar que sabemos investigar». Es decir, lleva bastante producción propia hacerlo. Y es lo que más me gusta.
Hay mucho estudio, pero también hay mucha interacción con otros colegas y compañeros, y profesores, que ponen en cuestión nuestras ideas. Y ese feedback sirve mucho para seguir estudiando, entendiendo, y avanzando.
Este año cursé el Taller II del doctorado, uno de los dos talleres avanzados de investigación. Para hacer el trabajo final nos recomendaron un capítulo del libro de C. Wright Mills «La imaginación sociológica», en el que habla sobre «La artesanía intelectual», y se refiere a cómo todas las tareas y actividades propias, que nos inventamos y adaptamos a nuestra forma son parte de la investigación (bloggear de vez en cuando sobre lo que hago en la facultad es parte de las mías)
Wright Mills se refiere al «contexto de presentación»: las ideas cambian mucho desde que las escribimos hasta que las presentamos ante otros (sobre todo dependiendo el público, y el feedback) y se siguen transformando porque nos damos cuenta que no dijimos tal cosa, que nos hacen una pregunta nueva que abre todo un espectro al que no le habíamos prestado atención.
Y eso es lo que me pasa en cada congreso. Exponer nos da cierta perspectiva.
Algo muy importante nos mencionaron en el Taller II del Doctorado este año: no hay que enamorarse de artículos, ideas, títulos, autores o ponencias. Son un ejercicio, y parte del circuito de producción que requiere hacer esto.
Entonces, a veces en los Congresos se presentan «avances» de nuestra tesis, pero otros simplemente abordamos algún tema que nos interesa, o autores/temas que queremos leer/explorar. Y con los congresos, las preguntas, críticas, feedbacks, es como que vamos afinando el análisis. Esa interacción diría que es la más importante. No tanto por lo que nos dicen, sino por lo que escuchamos, y las propias preguntas que nos generan.
3. Para posicionarnos en determinado campo/disciplina/comunidad de investigadores
Primero hay que entender cómo nuestro problema de investigación, y nuestra tesis se ubica en los debates de otros que quizás estén investigando cosas parecidas. Hay mesas temáticas y paneles, no es algo abierto, por lo que tenemos que darle forma a nuestro tema según la mesa en la que nos presentamos. Y eso lo encauza en determinada comunidad de investigación.
El tema «disciplinar». Hace unos meses dije «este año voy a ir a algún congreso fuera de Mendoza». Sabiendo los nervios, el tiempo, la dedicación, y sabiendo que me sirve mucho me lo propuse. Empecé a mirar los que conocía: el de Red SAAP, después me enteré de uno regional de Ciencia Política en Montevideo. Pero los programas no me entusiasmaban, no había una mención al autor que estudio/investigo, Manuel Castells, y realmente es complicado «meterme» en la disciplina de grado porque no se dan los debates teóricos, que quizás sí se dan en investigaciones de comunicación y sociología.
Y un profesor me comentó acerca del congreso de Teoría Social y Política de la UNSAM (Universidad Nacional de San Martín), al que finalmente fui. Vi el programa y me pareció fantástico, mesas interesantísimas y en una..chan! Castells en la descripción. No conocía esa universidad, ni a nadie que estudiara/enseñara ahí. Pero los coordinadores resultaron ser los mismos que vinieron el año pasado a Mendoza, así que ni la dudé, presenté resumen. (Les mandé mil mails, oficialmente el congreso no comunicaba muy seguido). De nuevo se expusieron muchos casos y la vigencia de las teorías que abordan la relación entre Tecnología y Sociedad. Esperaba que fuese aún más teórico, pero estuvo bueno. Y la mesa de la tarde fue todo bastante nuevo, con mucho para el «post análisis».
En definitiva, en donde están los temas que nos interesan, tenemos que estar. No por una cuestión «estratégica» o táctica de hacer presencia ya que no tiene sentido, es por la riqueza de los debates que ahí se generan, y las personas con las que podemos debatir, para entender más sobre lo que hacemos.
Podría agregar una cuarta «para saber qué temas se están investigando» pero cuando estás en modo concentración y avanzando en tu doctorado creo que es fundamental restringir la atención y la energía. Cada vez más me concentro en la mesa en la que participo, trato de escuchar y participar en esa mesa, pero en todo lo que se dice/pasa en un congreso sería imposible e improductivo.