Notas de la vida doctoral #12: productividad, atención y study hacks

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Octubre ya. Me encuentro lidiando con el cansancio. Mi primer semestre fue increíble, muy gratificante. Lo del MIT, un sueño. Y otros milestones del Doctorado, y by products (resultados) del trabajo de estos años, pero especialmente de esta primera mitad de año.

Así que en este post voy a compartir algo sobre cómo evitar el burn out doctoral. Repensar estímulos/distracciones, deporte, alimentación. En definitiva, rutina.

Esto es algo de lo que hablo con amigos phds y compañeres de la facu. Aunque cada une está en la suya, coincidimos en lo desgastantes que son ciertos períodos. Algunas/os empiezan un deporte, un hobbie, todes veo que hacemos escapadas a la naturaleza. El desenchufe y oxigenación del cerebro es decisiva. Y la alimentación. Cuando algunas de esas variables no la estás cuidando, se nota.

Voy aplicando varias y sumo algo sobre lo que me referí hace un tiempo en un post «Aprendizaje y attention spans» (Todavía ni empezaba el Phd! Qué tiempos de tranquilidad sin saberlo, ja!).

En ese post compartía un tema sobre el que hablaba con un amigo que me dio varios tips a la hora de arrancar el phd. Su punto de vista era que tenés que evitar todo tipo de distracciones: «si fueras un cirujano y estás operando, ¿vas a chequear tu teléfono? Así de importante es lo que estás haciendo». Pero, entendiendo cómo recibimos estímulos de todos lados -el gran tema de discusión- el celular, las redes sociales, etc.; mi planteo en ese post es «¿No es más recomendable dosificar las distracciones digitales, con las cuales todo el tiempo estás en contacto con gente?». De esa manera, no es tanto una abstención, sino que los hacés parte de los estímulos diarios que necesitás para producir.

Pero últimamente, 4 años después, mi punto de vista se acerca al del que ya hizo un Phd. Las redes sociales cambiaron bastante también, y hoy son ruido, sumadas a la argentinidad al palo, que ofrece un permanente clima de bardo y spam. Hay mucha publicidad, y ya ni sabés a quién seguís. Por ese estímulo continuo de compartir el momento, el lugar, muchas veces caés en la búsqueda del like. Aunque reduzcas tu nivel de actividad siempre te llenan de notificaciones para asegurarse de que no te pierdas de nada.

Otro argumento más cercano al primer punto de vista es el de Cal Newport, autor de un blog que sigo bastante, que se llama Study Hacks. Ya les comenté sobre su concepto de trabajo profundo.

Además, está en una movida anti social media. Recomienda sacar todas las apps de tu smartphone (a veces lo hago), y usar las versiones desktop. Así no estás tanto tiempo con el celular divagando. Literalmente,»tu mente está en otro lado».

Quizás lo complicado es lo de conectar/desconectarte de la gente. Compartir todo en las redes sociales ya es parte de nuestra forma de socializar. Pero para la concentración no son lo mejor. Por eso Newport dice que hay crear hábitos que favorezcan el foco en tu trabajo, como lo más importante para la productividad. Sobre todo cuando hablamos de trabajo profundo, de ese que no marca tarjeta, no depende de otros, sino de uno mismo.

Además de las rutinas de desenchufe, desde el año pasado voy casi todos los días a trabajar a la facultad. Desde que volví de viaje también paso más tiempo en el campus. Me gusta mucho la vida universitaria, mi vida transcurre en dos facultades, pero también visito amigos en otras, o voy al buffet de alguna que no conozco porque me parece que pasando más tiempo en esos ámbitos (como en cualquier otro) estás más influenciada, y motivada con su ritmo y fluidez.

Sumado a trabajar en un lugar tipo biblioteca, está el modo uniforme. Desde hace un tiempo también apliqué la gran Steve Jobs de no tener mucho más que un par de pantalones azul/negro. Sweaters del mismo color, zapatillas, pin pan, chau. Puede no parecer relevante, pero se convierte en un tema del que te olvidás completamente porque limitaste tus opciones a 2 ó 3.

Así de decisivo es cómo enfrentás tu rutina a la hora de hacer un doctorado. No sé si en otros ámbitos que requieran tanta concentración ocurre, pero parece ser bastante corriente la necesidad de organización, del entorno, de a qué le das tu energía y atención diariamente.

Bueno, habiendo ya blogueado, otra de mis rutinas para dejar de rumiar, y sumergirme en el trabajo profundo, los invito a dejar sus comentarios: ¿tienen algún tip o caso para compartir?.

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Mario

    Como un seguidor de Cal Newport, creo que sus ideas son muy válidas y he intentado aplicarlas durante el último año.
    Aunque vivir sin redes sociales es posible, muchas veces noté que el celular seguía siendo una distracción involuntaria, cuando por chequear un whatsapp terminaba leyendo todas las «noticias» que me ofrecia.
    Un buen tip que descubrí: Activar el modo «escalas de grises» en ahorro de energía hace el celular mucho menos atractivo. No necesitamos color para leer un mensaje.
    https://img.scoop.it/vUYwHyx4Kmvu5bSQ6OTz6zl72eJkfbmt4t8yenImKBVvK0kTmF0xjctABnaLJIm9

    1. Magdalena Day

      Gracias Mario! No había probado eso. Lo que hice la semana pasada fue activar una app del celular que te restringe el tiempo con cada aplicación.

  2. Sebastian

    Te felicito por el articulo. La rutina es un gran mal para algunos y una protección de lo seguro para otros.

    El gran tema es que cuando uno se tiene que concentrar en algo existen muchos factores que pueden quitarte del objetivo principal, es por eso que hay que entender el por que uno lo hace y cuando notes que sales de tu concentración retomar e ignorar aquello que te desconcentra y quita de ese camino para lograr tu objetivo.

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