Mientras leía una de esas notas sobre la Generación Y, terminé de convencerme de la necesidad de revisar esas categorías o etiquetas, al menos desde este lugar del mundo, que sirven para entender a los jóvenes en relación a hábitos de consumo, para definir tendencias en marketing y publicidad, y muy importante también, para definir políticas públicas.
Quizás sea bueno reflexionar: ¿esas categorías incluyen en el centro de su análisis a jóvenes de países subdesarrollados, que no vivimos ni en un clima de alto consumo como los norteamericanos, ni en una Europa de crisis financieras, desempleo, y alta calidad de vida?. Para el país del norte se aplicarían las que mencioné anteriormente («Y Generation», o «Millenials»), y para Europa la de «Generación Erasmus», que lo que comparte con las categorías utilizadas para describir a los jóvenes norteamericanos es un contexto de post-crisis y desempleo.
También les comentaba en este blog hace unos años sobre The Bric Project, un experimento-proyecto de investigación sobre las clases medias (y los jóvenes sobre todo) en las economías emergentes (BRIC, Brasil, Rusia, India, China) ya que justamente la premisa es que son jóvenes de países en crecimiento, que proyectan un alto nivel de consumo, y con un contexto muy diferente por ende al que quizás se vive en Estados Unidos o Europa.
El caso de la Generación Erasmus resulta interesante de observar últimamente, por la rápida consolidación del proceso de unificación europea, por las crisis financieras que han pasado, y por la gran inyección presupuestaria y de esfuerzos puestos en entrenar en habilidades digitales a los jóvenes.
El nuevo Presidente del Parlamente Europeo, Martin Shulz,habló en un video sobre cómo ademas de salvar bancos uno de sus desafíos es conseguir trabajos para «la Generación más preparada», en alusión a estos planes de intercambio-estudio llamados Erasmus, que se implementan hace más de 20 años en Europa, y que consisten en intercambios (subsidiados) para estudiar en otro país.
Es quizás este programa Erasmus el equivalente a la «salida al mundo» de jóvenes que han crecido con el proceso de unificación complejo del viejo continente. Por primera vez entonces se siente hablar de Europa como un todo, o Europa como una audiencia (hasta hace unos años era todavía difícil), y el tema de la agenda política, pero también económica-corporativa, es la movilidad. Movilidad sería en resumidas cuentas, que los jóvenes preparados en países con desempleo puedan relocalizarse y cubrir la demanda de trabajo de los países potencias que no tienen gente joven.
La que está a cargo de esta misión es Neelie Kroes, VicePresidente de la Eunión Europea, responsable de la Agenda Digital, un plan específicamente pensado e implementado para entrenar a los jóvenes Y al mismo tiempo, asegurarse la creación de trabajos en la economía digital. Este último año estuvo muy involucrada en Davos, en eventos sobre startups y tecnología, entre otros.
Es interesante seguir el trabajo prolífico de esta señora, y la claridad de visión siendo ejecutada:
La principal pregunta, según Kroes, es «¿Quién se va a quedar con los mejores trabajos de la Unión Europea?«. Queda claro que los dirigentes europeos no tienen otro objetivo que asegurar la creación de trabajo, no hay más cháchara al respecto. En Europa está claro que lo que se debe atacar es el desempleo, que si no se empieza a funcionar en el contexto de la economía de la información no se llega a ningún lugar, y que lo digital no se piensa como algo ex post, instrumental que se aplica para transparentar instituciones obsoletas, inservibles, o para aceitar corporaciones y prácticas de trabajo que tampoco dan respuesta.
Me pregunto si la realidad de esos jóvenes que viven en Europa es la misma de aquella que viven en Estados Unidos como para pensar que una categoría como Millenials puede ser usada para que los entendamos a todos de la misma manera. En Europa se mentalizan sobre la necesidad de conectarse con una unión de estados totalmente distintos, que va a ser su universo, para conseguir trabajo y vivir bien si no tienen una guerra (escuchen lo que dice Shulz sobre las fronteras) o una nueva crisis financiera que los deja a todos en la calle.
Otra pregunta interesante es cómo van a hacer para cruzar dos variables que a la vista pintan un poco contradictorias: los Erasmus pensados como programas para «yirar», conocer países, culturas distintas, etc. y los MOOCs (Massive Open Online Courses), o habilidades virtuales que permiten a alguien trabajar para cualquier país desde su casa quizás en un pueblito italiano. Dato de color: España, el país de mayor desempleo entre los jóvenes, es el país en donde se localizan la mayor cantidad de MOOCs (Fuente: Open Education Europa).
¿La realidad de los jóvenes de América Latina es la misma? Sobre todo la de los argentinos. Una empresa realmente se puede orientar por lo que dicen de los millenials? Yo creo que sí son (o somos?) una generación que busca que su trabajo tenga cierto sentido, pero creo que lo que reflejan algunas categorías como la de millenials (jóvenes narcisitas, con un nivel de consumo alto) no es exactamente lo mismo para todos los países, de la misma forma que la generación Erasmus sólo se puede entender en el marco de la Unión Europea, en donde se nace y se crece con realidades sociopolíticas muy distintas.
Tendremos que reflexionar sobre la adecuación de estas categorías de análisis para nuestro continente, nuestro país, y entender qué se está haciendo al respecto para este sector específico que integramos los jóvenes #32
Imágenes del flickr del Parlamento Europeo.