Un incidente local me hizo reflexionar sobre este tema: la semana pasada se entregaron los premios de la Asociación de Ejecutivos de Mendoza (AEM), ceremonia en la que se reconoce a compañías, empresarios, y emprendedores destacados de la provincia. Uno de los ternados a Emprendimiento del Año, Ale Malgor, integrante de Xinca, fue parte de un momento desafortunado en el que no pudo entrar por haber ido sin corbata y de zapatillas. Hizo un fuerte descargo en las redes sociales, y del mismo modo, Ale Gallardo, Directora Ejecutiva de AEM, mandó una indirecta-directa por Facebook.
Me sentí apenada por el momento que pasó Ale, cuyo esfuerzo junto al resto del equipo es enorme desde que largaron. Pero reflexionando sobre todo el incidente, la naturaleza del evento, de la asociación que la daba, mi conclusión fue que el «dress code affaire» es un claro símbolo de algo que va a pasarles a escala mayor, a medida que avancen en sus objetivos: resistencia.
Google no sería Google sino gastara millones en innovación, pero también en comprar empresas que pueden ser competidores directos, lo mismo Mercado Libre, o empresas más chicas aún. Telefónica creó Wayra, la aceleradora de empresas más grande del mundo hispano, para innovar y además entrar en nuevos mercados.
Los empresarios reciben a los emprendedores no por filantropía, sino casi con el fin de absorberlos. Si bien estos últimos son el motor del capitalismo, en el camino de destrucción creativa (tal como Joseph Schumpeter denominó su rol de regeneración del sistema capitalista) se van a encontrar con la resistencia de grandes empresarios que los ven como el comienzo de su fin.
Un emprendedor no debiera esperar ni entendimiento, ni cambios de reglas acorde a sus objetivos y naturaleza, va a generar negocios no de la forma tradicional. Es genial que empresarios, organizaciones pro-entrepreneurship y demás les den una mano, pero el emprendedor necesita crédito, no apoyo. Los emprendedores más feroces son los que rompen reglas, y no intentan jugar el juego de otros.
Foto vía Flickr
Brillante
Interesante articulo. Me queda un poco de lastima en lo que dices que «Un emprendedor no debiera esperar … cambios de reglas».
No debe esperarlos porque no van a suceder, pero eso no significa que sea lo correcto. Sí debería haber un cambio de reglas así como hay un cambio de mundo.
Hace no mucho leia en el mundo today: «El Ministerio de Hacienda admite que le dan rabia los autónomos» http://www.elmundotoday.com/2015/01/el-ministerio-de-hacienda-admite-que-le-dan-rabia-los-autonomos/
Es una noticia de broma que parece más que real. Si son los autonomos/emprendedores los «agentes de la innovación» y «sus proyectos son fuente de mayores ingresos», por favor no les hagan la vida imposible. Sobretodo al principio sabiendo que no hay ningun inicio fácil.
Estoy deacuerdo en que no deben esperar una alfombra roja de la competencia, pero si de los gobiernos.