Escribí dos notas para Diario Los Andes, una antes de visitar la ciudad, y otra luego de conocerla.
- Tecnología y conocimiento en la ciudad de la innovación europea
- 5 claves para pensar la innovación a partir del caso de Eindhoven
Esta ciudad me generaba una gran curiosidad ya que no es de las más renombradas sin embargo es de donde sale el mayor número de patentes y creatividad de Países Bajos. También me dio la oportunidad de conocer los pueblos y paisajes en los que se inspiraba Van Gogh, cuya obra y vida adoro, para pintar. Esta última razón me llevó a pasarme varios meses estudiando mucho de la ciudad, leyendo sobre Historia del Arte, etc.
Siempre que viajo visito todos los museos y galerías que puedo, pero nunca había dedicado tiempo a estudiar sobre un artista. Esto marcó toda la experiencia, porque cuando visitaba los museos, ya tenía bastante información de contexto, motivos o significados del cuadro etc y podía mirarlos, apreciarlos, detenerme en los colores.
Creo que tiene mucho que ver con esto de la «atención», y la sobrecarga de información. Me di cuenta en el museo de Van Gogh en Amsterdam. MIentras mucha gente caminaba enchufada con su audioguía, yo podía asomar mis narices todo lo que podía para apreciar las pinceladas bien gruesas características de Vincent (yo y otros que no cedían a la venta multimedia of course). Bueno, volviendo a Eindhoven …
En las fotos pueden ver una escultura en Nuenen, homenaje a «Los comedores de patatas», pueblo al que fuimos en bici. Ese recorrido es alucinante, aunque la vuelta con viento fue durísima. Van Gogh vivió en Nuenen un par de años antes de empezar su camino por Francia. Iba seguido a Eindhoven porque ahí compraba pinturas, tenía algunos amigos y un par de discípulos que lo describían como «no easy teacher» ja!
En fin, el cuadro al que la escultura rinde homenaje es de su primer período, pero Vincent lo consideró su masterpiece (1885) y quería que fuese su carta de presentación en galerías. Qué loco que pensara que se iba a quedar en «ese» estilo. Lo que hizo después es espectacular.
Los comedores de patatas (1885, Van Gogh) lámina en una pared en el Vincentre, Neunen
Ese cuadro también se encuentra al inicio del Museo Philips, empresa que tiene huellas en toda la ciudad de Eindhoven como leerán en las notas. Las viviendas para trabajadores, el estadio de fútbol (originalmente espacio deportivo para trabajadores de Philips), etc.
El recorrido del museo como les comentaba empieza con el cuadro de Van Gogh para graficar cómo la electricidad era cara y para pocos a mediados del s. XIX. En el cuadro original los cosechadores, trabajadores de la tierra comen patatas a la luz de la vela. Van Gogh hizo muchos cuadros sobre trabajadores, se sentía cercano a ellos y pensaba que el de trabajar la tierra era el oficio más noble de todos.
Es muy interesante el museo para entender la centralidad de Philips en una ciudad, y en Países Bajos, y ver cómo fue parte de masificar la electricidad y llevarla a los hogares de todo el mundo. Y luego seguir metiéndose con productos de todo tipo. Tremendo modelo de innovación, de arriesgarse, y también de transformación de una empresa familiar basándose en la investigación y en alianzas con creativos. [Disclaimer: no tengo nada que ver con Philips ni este post es publicitario, simplemente es decisivo para entender la ciudad de Eindhoven conocer su historia]
Philips no era la única empresa metiéndose en el negocio de la electricidad a fines del s. XIX, pero sí fue la que apostó primero a las luces incandescentes ganando terreno en el sector.
Philips también se hace notoria con el gigante «Evoluon» (Estaba manijísima por conocerlo). Una nave espacial arquitectónica que se mandó su publicista Louis Kalff (un tipo que fue clave en el lanzamiento de cada producto de la empresa). Es inevitable verle algún parecido a la obra de Oscar Niemeyer en Brasil, estuve viendo que ésto se construyó unos años después que empezara su obra pero no hay clara alusión a una influencia del brasilero en esta construcción. Nuevamente, era un parque científico tecnológico para celebrar un aniversario de Philips y posicionar la ciudad en Europa. Ahora es un salón de eventos.
El símbolo de Eindhoven en paredes y llaveros: una lámpara/foco
Eindhoven me gustó mucho, pensé que era más chica y limitada en oferta de cosas para hacer pero tiene una gran cantidad de parques y rincones. Los parques y la naturaleza increíbles, una mezcla de modernidad y campus universitarios y tecnológicos cruzados por la naturaleza. O a la inversa, lo que me hizo entender bastante de por qué en Países Bajos se vive tan bien, por qué son uno de los países y culturas más sustentables y en donde la creatividad permite un estilo de vida bueno.
Algunas fotos acá de la muestra en Kazerne de «Softwear». Muchas muestras en galerías chicas, y en este caso hasta en un restaurante/hotel curadas por diseñadoras top de Europa. Esta de Softwear la hizo una trendhunter/researcher, Lidewij Edelkoort con Google (también lo menciono en las notas), y otra en el mismo lugar de Ilse Crawford.
El concepto de esta muestra me gustó mucho, porque se refiere a la irrupción de la tecnología en la vida diaria, desde la indumentaria hasta el hogar, con todas las transformaciones en el estilo de vida que eso implica.
La entra al Campus de Alta Tecnología
Vi una planificación urbana importante que te hace aterrizar en Mendoza con un «ouch». Los museos son una clara muestra, un reflejo de la historia y la proyección de una ciudad.
Pasé también por dos instituciones educativas que menciono en una de las notas: el campus de la Universidad Técnica y la Academia de Diseño. Otro lugar espectacular me resultó el distrito Strip-J (foto destacada), también era una zona de fábricas de Philips y ahora alberga todo tipo de empresas, restaurantes, sobre todo ligados al diseño, los materiales, entre otros.
Qué pasaba en tecnología vi en casos puntuales como el museo Philips, y el campus tecnológico. Seguramente tenga que ver que estuve en lo que para ellos era plenas vacaciones pero en el campus había poca gente. Y en estos espacios la gente no se queda todo lo que puede ahí por más modernos y google-style que sean. La innovación se mete por todos lados y surge de una combinación de escalas, de institutos, pequeños creativos, y empresas gigantes como Philips. Y se refleja en el estilo de vida de una ciudad. Quizás eso también diferencie primer mundo de países subdesarrollados: ciudades habitables.
Ciudades habitables. No sé si es la distorsión del turista argentino aspiracional, pero es lo que siento en muchas de esas ciudades cuando las visito (no conozco Eindhoven) y cada vez me descubro más fascinado por el urbanismo, porque es la matriz donde sucede (o no) todo: vínculos, integración social, igualdad/desigualdad, cultura, gastronomía, lugares de encuentro, pulmones verdes, calidad de vida, esparcimiento, armonía y felicidad o caos y agresividad.
Súper interesante tu reseña!
Gracias Hernán!!