En el post anterior les mencionaba que iba a hacer una crónica detallada sobre el Connected Learning Summit (#CLS2018), la primer Cumbre de Aprendizaje Conectado que se hizo en el MIT Media Lab. Bueno, en realidad va a ser un breve resumen porque se vienen los últimos meses del año y vuelven los deadlines.
Empiezo por lo más importante: la gente que conocí. Llegué siguiendo Google Maps , me indicaba que ya estaba en el lugar pero el edificio parecía ser otro, igual que le pasó a una señora, que luego me encontré en el café. Se llama Liz. Finalmente nos dimos cuenta que estábamos en la parte trasera del Media Lab. Ella me presentó a Maria, que vive en NY. Que después me presentó a sus amigas del MIT, y a otros más a los que yo les presenté gente que había conocido el día anterior, y así. No parás de conocer gente nueva, divertida, o interesante, o ambas. Parece un ejemplo de six-degrees of separation 😉 pero así fue como me fui relacionando con gente de distintos estados, países, e intereses en esa conferencia.
Es un lugar fascinante. No es una facultad, sino más bien un laboratorio, un centro de investigación. Que mezcla tecnología, diseño, investigación social, arquitectura, planificación, áreas de diferentes facultades. En el hall tenían maquetas, en el 3er piso robots, en el último piso a todos los asistentes de #CLS, que era un evento dirigido a comunidades innovadoras en educación y tecnología. Ya eso me generaba muchas reflexiones sobre la plasticidad de los límites entre disciplinas que había en MIT. No todos los pisos están abiertos porque trabajan mucho con empresas que financian la investigación, entonces hay cierta privacidad en algunos espacios.
El cronograma del evento fue muy variado, habían muchas charlas y formatos de exposiciones. Hall of Failure, Ignite Talks, los Research Panels -en donde yo expuse- y otras exposiciones dinámicas. Yo iba un poco escéptica con estos formatos, y al final los disfruté ¡mucho! Nos inspiraron a todos y también me hicieron pensar que para conectar con otros es muy importante hablar desde tu historia personal. No solamente tirar tu bibliografía o enfoque. Y aunque esos formatos me recordaban al mundo de las startups, invitaban más bien a mezclar historias de gente con los temas específicos de investigación. Pensé que se iba a tratar más bien de rigurosidad académica, y terminé presenciando todo tipo de exposiciones.
El keynote de inicio del evento lo dieron Joi Ito y Baratunde. Al primero lo conocía, claro, siempre ha estado muy vinculado al mundo de los emprendimientos, la tecnología. Pero ahora también es un Phd así que fue interesante escuchar también su experiencia no sólo como Director del Media Lab, sino también como alguien que pasó por lo que significa hacer una tesis de doctorado. Al otro no lo conocía, y me encantó lo que compartió. Pasó del activismo universitario al humor y los medios.
Keynote con @baratunde y @Joi #cls2018 pic.twitter.com/bjMVP78n6N
— Magdalena Day (@magdalenaday) 1 de agosto de 2018
Sobre la gente que participó: creo que hubo una mezcla de maestros y profesores, investigadores, programadores, estudiantes de doctorado como yo, etc. Como el summit es una fusión de tres eventos que se venían haciendo y que concentraban sobre todo a la comunidad educativa y a la de los juegos, había mucha gente de esos ámbitos.
Aprendí sobre qué era Minecraft, Fanfiction, Scratch y etc. En general para ese ámbito la investigación eran papers sobre una determinada forma en la que los alumnos usan x tecnología. Los americanos son claramente más pragmáticos, y la teoría -para ellos- es una herramienta, no el fin.
Pero por otro lado, señalaron específicamente que esto último es lo que necesitan, se necesita scholarship, trabajos académicos más amplios que papers de casos sobre apps, software o juegos que no sabemos si desaparecen mañana de las escuelas. Es decir, estudios que aporten al entendimiento sobre tecnologías, escuelas, aprendizaje. Y en esa línea entra el trabajo que presenté, sobre redes de indagación.
Algunas charlas interesantes del primer día, en donde no sabía qué me iba a encontrar: Sonia Livingstone me pareció excelente. Estoy suscrita al newsletter de su blog –Parenting for a Digital Future- de la London School of Economics, y no sabía cómo lucía en persona. Además de que fue una muy buena speaker me gustó que abordó el tema de las bibliotecas públicas en algunos comentarios, la cuestión de clase, etc. Sobre este tema nunca pensé que iba a escuchar tanto, lo racial también estuvo muy presente, algo que claramente atraviesa la realidad política y social, pero también educativa de Estados Unidos.
En varias exposiciones de ese día se habló sobre la agencia y la identidad de adolescentes, en casos como por ej. la utilización de «badges» para demostrar cuánto habían aprendido en un determinado curso. O en hacer objetos con materiales biotecnológicos, por ejemplo.
Sobre el día de mi presentación: no estaba nerviosa gracias a todo lo que había practicado el día anterior, el mes anterior, y al nivel de cansancio acumulado. Fue un «ok, estoy acá. Ya hablar para mí es muchísimo». Me hicieron dos preguntas, y seguí hablando con mucha gente.
Le agregaron mucho valor a cada día los formatos tipo exposiciones via posters, o demos de plataformas y equipos de investigación por los que pasabas mientras te tomabas una cerveza o comías algo. También, los espacios que dejaban «libres», como las horas de almuerzo, o el café entre algunos paneles. Parecían tiempos que dejaban para que te movieras libremente por ese edificio, u otros dos en los que había presentaciones, diseñando a tu medida el evento.
Al otro día, ya más descansada, fui al panel de Mimi Ito y gente del Berkman Center de Harvard con Scratch, en el que nuevamente remarcaron la importancia de un trabajo conjunto entre la gente que hace la tecnología, y los cientistas sociales, para comprender y dar cuenta sobre cómo se usa. También, para incluir ciertos valores sociales en la implementación de algunas tecnologías. En ese mismo panel la charla sobre «Identidad Adolescente y Geoconvos», estuvo muy buena, es una plataforma que usan en museos de Chicago, con la que intentan trabajar con los adolescentes su proyección de vida por ejemplo, de acuerdo a visualizarse en diferentes lugares.
El evento me dejó mucho a nivel feedback, ver en qué contexto exponía el trabajo, qué intereses de investigación hay en esos ámbitos. Pero también ver la forma en la que exponen, no es tan formal. Además, ver que la manera en la que compartís, difundís o promovés tu investigación está bastante vinculada con cuáles son las comunidades -científicas, académicas, o públicos- o grupos con los que te vas a vincular.
Después, lo que yo denomino buena onda es quizás la seriedad con la que se toman difundir su trabajo y colaborar con otros. En el panel de Network Analysis me acerqué a los principales speakers, les comenté sobre mi trabajo, les di una tarjeta. Uno me mandó un listado de links al otro día y un paper. Con el otro conversé en el almuerzo del día siguiente, intercambiando información sobre lo que hacíamos, la universidad en la que estudiábamos, el estilo de vida académico y el lugar en el que vivíamos.
En síntesis, fue una gran experiencia, volví con mucho para incorporar, cambiar, seguir investigando.
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