
Descubrir nuevas historias sobre Mendoza es quizás lo que más me entusiasma de MZI. Mientras escribía el post Feria de América: Vanguardia invisible contacté a la gente de Colbo, una marca de vajilla de producción local que fue furor en la década de 1960 y 1970 en Argentina, incluida en la investigación sobre esa gran exposición industrial de la que quedó poco y nada.
Colbo es familiar para cualquier mendocino: en alguna casa o en algún restaurante esa vajilla formó parte de una comida. La familiariedad que me provocó verla en el libro me llevó a querer conocer más acerca de su historia, que me terminó de capturar cuando me enteré sobre cómo los que armaron la investigación son los mismos que relanzaron la marca al mercado. Es como si en todo ese trayecto se fue confundiendo el objeto de estudio, y los investigadores se pusieron en el centro mismo de lo investigado.
Vamos por partes.
Jannello, Colette y el nacimiento de Colbo
Esta historia empieza con la llegada de César Jannello y Colette Boccara en los años ’50s a Mendoza: el primero fue contratado para dirigir la Escuela de Cerámica de la UNCuyo, un edificio muy modesto con dos galpones al que se llega dando la vuelta casi entera al campus de la ciudad universitaria, que con su llegada tomaría un perfil más industrial que artístico. Jannello también fue contratado unos años después para dirigir la Feria de América, que fue algo monstruoso en donde se plasmó la vanguardia sudamericana y la influencia europea, especialmente de Alemania, en arquitectos y diseñadores argentinos.
A partir de la llegada de Jannello a Mendoza nació también la Escuela de Diseño de la UNCuyo, la primera del país (la segunda que se fundó fue la de La Plata); y en el medio de todo este trajín su mujer, Colette, decidió estudiar cerámica abriendo en el fondo de su casa de la calle Clark un taller.
Sus primeras pruebas fueron con una arcilla extraída de Cacheuta, que se podía gresificar. A partir del refinamiento de la técnica y de asociarse con inversores, Colette y su equipo abrieron una fábrica en Dorrego que durante los años ’60s y ’70s produjo la vajilla ‘soñada’ por aquellos que buscaban un diseño innovador para su casa.
Desde un principio, Colbo fue una vajilla con identidad: los platos originales eran de cerámica roja y blanca, fiel a la arcilla de la que provenía y a la simpleza que buscaba reflejar con su diseño. Esto de alguna forma la hizo trascender y ser la vajilla que le regalaron al Papa Juan Pablo II cuando visitó Mendoza, como así también, la marca de las tacitas que Dorticos, Presidente de Cuba se llevó en persona de la fábrica para «tomar café cubano con su gabinete», según me comentó Matías Jannello.


La historia de la nueva Colbo
Como mencioné anteriormente, los que investigaban la marca decidieron rescatarla para convertirla en un legado totalmente nuevo. La Fundación del Interior , un grupo de diseñadores, arquitectos y artistas viene jugando un rol muy importante en la escena regional, que para investigar acerca de Colbo se contactó con Matías Jannello, hijo de la pareja que durante los ’90s viajó por Europa aprendiendo nuevas técnicas de producción de cerámica que luego llevó a San Rafael.
Mientras esto sucedía y la Fundación le daba forma a la publicación Feria de América, Martín Endrizzi junto a Macarena Ponce, dos diseñadores industriales que encontraban el panorama laboral difícil, tuvieron la idea de presentarse a la incubadora de empresas de la UNCuyo con Colbo como proyecto en el que utilizarían nuevas técnicas con Janello para lograr el producto que querían.
Tres variables se cruzan aquí: la historia, la creatividad, y la necesidad. A partir de 2008, la empresa pasó a ser un emprendimiento ‘incubado’, con un equipo emprendedor que incluía a Matías Janello, cuyo rol fue adecuar las técnicas novedosas que había aprendido a los insumos y la tecnología disponible en la provincia. Esto se reflejan, por ejemplo, en que los cuencos tengan colores y que todos los platos sean apilables, algo que con el diseño de Colette no se daba. Además de identidad, la vajilla ahora tiene una funcionalidad extra para, por ejemplo, ser usada en un restaurante.
Y además de esas tres variables, se cruzan dos generaciones para darle valor a algo que fue único, sin antecedentes y que le da un perfil innovador a un sector muy poco abordado en la provincia y el país.
A fines de 2011 los integrantes de este equipo hicieron una muestra en MALBA, en donde ahora se venden sus productos, y en donde los encontró la producción de Narda Lepes, chef ultrareconocida que utiliza la vajilla en sus programas de televisión.
Durante las próximas semanas, Colbo abrirá también su primer tienda en Mendoza, en San Rafael, en donde espero que también sea un punto de contacto entre gente e ideas innovadoras, necesarias para generar más producción local de vanguardia.
Links
Colbo.com.ar
Colbo en Facebook
Gracias a Martín Endrizzi por toda la información sobre el proyecto.
Magdalena! siempre un placer leer tus entradas en MZInspiration.
en especial cuando incluís a mi querida y talentosísima amiga Macarena Ponce.
Recuerdo le presentación/relanzamiento que hicieron de Colbo en el MMAMM.
quiero quenos juntemos a charlar!!!!
saludos!
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Como puedo conectarme con Martín Endrizzi y Matias Jannello. Me interesa el tema ceramica para restaurates.
Saludos
JLGB
El sitio de Colbo no abre.
Soy una ex trabajadora de Cerámicas
COLBO en el año 1982 estando la señora Collet .
Fue un placer aprender el proceso de una simple gres a una preciosa
Vajilla.
Desde España os deseo éxito.