Ciencia, pseudociencias y fakenews

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Me interesaba escribir un poco sobre cómo funciona el mundo de las publicaciones, la participación de los científicos en redes sociales e Internet, y el reino de las pseudociencias que va ganando la batalla de los medios versus las fakenews. Porque los propios medios se esfuerzan, parece, por crear fakenews.

En primer lugar, el mundo de las publicaciones es todo un mundo. De eso da cuenta una tesis doctoral que presencié esta semana que seguramente será publicada en breve. Sobre el peso de la lógica de la indexación y la necesidad de publicar en revistas indexadas (las que aparecen en bases de datos científicas) por sobre la de publicar contenido de calidad, o de comunicar para una audiencia local. Nada define tanto el «abrirse camino» en la vida académica como el empezar a publicar. Por eso es tan competitivo y salvaje el tema de las publicaciones científicas y las evaluaciones de pares.

Como les fui comentando publiqué un artículo en 2017, y otro –también sobre Castells- fue publicado hace muy poquito. En el primer caso el proceso de peer review duró casi un año, en el segundo unos 6 meses entre que me mandaron las evaluaciones, edité, mandé, aprobaron, etc. Además de necesitar empezar a publicar, todo ese proceso me llevó a tener que estudiar y considerar en mis escritos aspectos que no había tenido en cuenta. Así funciona un poco el proceso de peer review. Hay evaluaciones críticas, duras, y otras que cumplen con la función de decirte qué más tenés que incluir, leer, corregir.

También vale aclarar que lo que una/o publica es un poco lo que una/o es en la academia. Esto como respuesta a algunas personas que critican que no convoquen a mujeres por ej. a debatir sobre economía. Es importante la representación igualitaria, pero por defecto, si publicás sobre cuestiones de género, vas a entrar probablemente en «experta en cuestiones de género». Muchas veces se publica lo que se puede y se tiene en el momento. Pero si querés que te convoquen a opinar sobre economía, tenés que publicar en revistas de economía, o en otras revistas pero sobre economía.

Los científicos de todos los campos poseen un expertise muy específico desde el que pueden contribuir a la hora de difundir conocimiento o participar en ámbitos como los medios y las redes sociales. En especial con lo que está pasando en los medios de Argentina y las noticias falsas (#fakenews). Portales de medios online publican cualquier cosa, que un estudiante de 2do año de ciencias sociales ya sabe que es pseudociencia (notas sobre brujería, episodios paranormales, astrología y demás). Aunque sigan la lógica del clickbait, están poniendo fruta podrida en su portada principal. Y por otro lado, hay un interés cada vez mayor en entender ciertos fenómenos científicos. En definitiva, la ciencia es una actividad que nos acerca a entender el mundo.

Y ciencia no es sólo lo que se hace en un laboratorio, esa es la visión positivista. Ciencia sería lo que una comunidad científica hace. Por eso las/os que inician una carrera académica sea de ciencias sociales o físico-naturales tienen que publicar. Hay que participar con ideas y trabajos en revistas, congresos, ahí hay feedback, hay desaprobación o interés, hay validación de ideas, teorías y metodologías, por parte de otros científicos.

Con esto quiero decir, que hay un componente social incluso en la producción de ciencia como dan cuenta varios autores; no voy a ponerme a citar porque esto no es un paper, y no es una novedad lo que digo.

Lo que sí es una novedad es que esos mundos se cruzan pero no se mezclan, por eso hay científicos a los que les importa muy poco lo que pasa en las redes sociales y los blogs, no participan, lo consideran pérdida de tiempo, y tienen un poco de razón porque no afecta su trabajo. No va por ahí su esfuerzo o validación, sino por las revistas y los canales académicos tradicionales.

Sin embargo, y algo que apoyo, algunos científicos creen que cada vez más los autores tienen que participan en las redes sociales para asegurar que los resultados de sus investigaciones son comunicados correctamente, e incluso corregidos cuando así se lo requiere

Hay cada vez más una mayor interacción entre los científicos y sus «públicos», y es por eso que individualmente o institucionalmente están saliendo a comunicar, a participar en redes sociales, etc. Hay otros que están totalmente abstraídos del mundo de las redes,y a algunos los entiendo porque leer por ej. sobre una momia extraterrestre siendo antropólogo o arqueólogo me haría llorar.

Los científicos locales, nacionales, etc. no tienen que limitarse a dar entrevistas o enviar contenido interesante. Deberían también participar para corregir errores, denunciar falsas informaciones, sobre todo entendiendo la influencia de los medios en el día a día de la sociedad.

Además, lo que diferencia a nuestra época de unas décadas atrás e incluso un siglo atrás es cómo no están tan claras ya las barreras y los límites que demarcan en qué canales o instituciones se genera conocimiento. Un video de Youtube es citado en cualquier paper, APA, el sistema que todos los que hacemos un doctorado y publicamos tenemos que aprender, también va permitiendo que tweets sean citados como fuente de información, entre otros. Por eso es importante que participen los científicos en medios, redes sociales, etc. ayudando a darle calidad a la información que para algunas personas es como saben día a día lo que pasa en el mundo.

Otro tema que fue muy hot en los medios últimamente fue la nueva «batalla» de algunos ex fundadores de Facebook contra Faecbook y todo el daño que AHORA se dieron cuenta que estaba haciendo a «los cerebros de nuestros niños». My god..por dónde empezar. En primer lugar, difícilmente podrían haberlo sabido porque son developers, entrepreneurs, no cientistas sociales. En todo momento los guió la mentalidad algorítmica y del profit. Por otro lado, tendrán sus intereses corporativos, no me cabe la menor duda. Querrán presionar internamente, si son accionistas no unos pobres desconocidos. El problema es que nadie cuestiona eso.

Ya lo decía Noam Chomsky la semana pasada al diario El País: la gente ya no cree en los hechos. Y está bastante probado, las noticias falsas circulan cada vez más rápido.

Pero le estamos exigiendo a las redes sociales que no publiquen noticias falsas y ¿a los medios nada? Se le cuestiona a la ciencia que sea útil, con un criterio instrumental, ¿los científicos tienen que ponerse a producir para una audiencia que lo único que clickea es la foto del culo o la momia extraterrestre? Los medios siguen el negocio del click, ya está probado, las redes sociales también.

De mi propia experiencia y conocimiento sobre cada uno de estos mundos puedo decir que las barreras de qué produce y qué no cada uno están cada vez más borrosas. Y tiene conexión quizás con lo que dice Chomsky, y con que la ciencia no está en un lugar privilegiado como hace unas décadas. Entonces la tendencia es un poco que cada pequeña comunidad, y cada persona se va creando su propio set de «verdades», de creencias, y hechos no tan verdaderos, que quiere creer.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Horacio Day Funes

    Me pareció muy pertinente y novedoso.

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