La importancia de tener un Plan B

Hoy encontré en Facebook una nota de El País cuyo título es «Esta generación busca un Plan B: Sienten que están en el lugar y en el sitio equivocados..» y por supuesto me interesó. Trata sobre el desempleo en España y sobre un tema que tiene preocupado a toda la Unión Europea, recientemente analizado en la Conferencia que se realizó en Oslo la semana pasada.

En esta conferencia, el director del FMI, Dominique Strauss-Khan dijo «Si no se adoptan las medidas adecuadas para hacer frente a esta tragedia, el coste económico y social será tremendo porque estamos hablando de una generación perdida»

Una generación. Durísimo. Si bien en Argentina hemos pasado por muchas crisis me pregunto si somos conscientes -y si nosotros, el sector privado y el sector público- están generando paralelamente alternativas.

¿Cuáles fueron los datos que me asustaron? «42% (de jóvenes en paro) de julio, último dato publicado. En tres años, se han esfumado 2,5 millones de puestos de trabajo de menores de 25 años en toda Europa. Uno de cada cuatro estaban en España, cuya tasa de desempleo duplica la de la UE.

Y lo más aterrador es que los informes y expertos consultados afirman que esa generación tardará 10 años en recuperarse. DIEZ AÑOS! Recuperarse significa volver al punto de partida, o condiciones de poder avanzar.

El artículo también menciona el incremento en la matrícula que están viviendo universidades y centros de formación. Claro, ante la crisis y el paro la gente vuelve a estudiar. Pero  ¿Es bueno al final? Cuántos chicos harán cursos y programas que a los dos meses están obsoletos o que los lleva a pensar que con sólo eso van a entender un mercado.

Además hablamos de personas que buscan reinsertarse a un mercado laboral, sea en trabajos temporarios pero siempre hablamos de relación de dependencia. ¿Cuán fácil será en España trabajar en forma independiente, ser freelance, iniciar un emprendimiento, en vez de obtener esa plata por el parto, obtener algún fondo de incentivo para realizar algo vinculado a las habilidades de cada persona?.

Trato de llegar al siguiente punto: en esos momentos de crisis se nota cuánta bola se le dio al sector privado o cómo el sector público está generando empleos. Y qué herramientas se le dio a los jóvenes, profesionales y empleados.

Los conocimientos profesionales para largarse solo en alguna aventura son importantísimos. Pero siempre andan o no en función del ambiente o ecosistema de negocios, la capacidad y posibilidades reales de generar algo nuevo.

Lo mismo con la educación y acá les cuento algo  de lo que me di cuenta a los 19 estando en la Facultad era que -paralelamente a estudiar en la universidad- tenía que encontrar un oficio. Aprender de las materias y profesores que estudiaba. Pasé del decir «quiero tener una consultora de opinión pública» (porque me encantaba la materia, metodología de la investigación, etc) a hacer encuestas, participar en proyectos de profesores y experimentar con técnicas de investigación cuali para casos de la facu. Y así empecé a hacerlo con cualquier materia que me gustaba. Buscaba alguna «changa» o proyecto o trabajo temporario al menos en el que pudiera: entender cómo era en la realidad, ser parte, saber si realmente me gustaba.

Pero era durísimo, y podían pagarme nada o una miseria. Lo hacía igual porque era estudiante y podía experimentar.

Vuelvo al Plan B. En algún momento uno vuelve a cruzarse con la realidad del mercado en la medida en que lo que uno hace (Sea servicio, producto, etc) va a tener que ser parte de ese mercado, y buscar gente en ese mismo mercado.

En épocas de crisis, de oportunidades para hacer cosas uno se pone a innovar, invierte y se arriesga. Pero para que te vaya mejor cuando se sale de la crisis, se conoce la realidad del mercado, la velocidad y el valor de lo que vos querés vender ahí. Ese tiempo en el que te desfasás o no puede tener un alto costo. Hay un choque importante.

¿Por qué la mayoría seguimos apostando a generar cosas, a «que nos vaya bien» dentro de un contexto desastroso sabiendo que las probabilidades son diez veces menores a las que podríamos tener en otro país; y que las condiciones en las que llevamos adelante nuestro desarrollo personal y profesional reducen drásticamente el resultado a obtener?

Son reflexiones bastante personales pero mi respuesta siempre va atada a: lo personal (familia, amigos, pareja, etc) pero principalmente el diferencial de querer hacer algo por el lugar en donde vivimos. No sólo por destacarte  e innovar etc, sino por lo importante que debe ser sentir que lo que hacemos nos trasciende, que dejamos algo más con un valor para tantas personas que no podían hacerlo solos. Sí, seguro que si sos groso podés llegar a hacerlo en Singapur y/o Dubai, el tema es que serías un caso de entre un millón que pudo haber llegado ahí.

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